El Giro ya no es para los italianos

El Giro que hoy comienza arrastra fama de ser una carrera hecha a medida de los ciclistas italianos. Fama merecida, porque la han ganado 68 veces por 36 los franceses el Tour y 32 los españoles la Vuelta. Al principio fue un acaparamiento. Los vencedores de las 32 primeras ediciones fueron italianos. Entre que en Italia había muy buenos ciclistas (Binda, Bartali, Coppi), y que a los extranjeros no les atraía mucho el Giro, los éxitos de sus corredores en esta carrera se sucedieron. Al contrario de lo que ocurría en el Tour, cuya séptima edición la ganaba el luxemburgués Faber, y en la Vuelta, cuya primera edición fue para el belga Deloor. Hasta 1950 no llegó la primera victoria extranjera en el Giro, por parte del suizo Koblet.

La sucesiva aparición de corredores de leyenda en los años 60 (Anquetil), 70 (Merckx), 80 (Hinault) y 90 (Indurain) hizo posible que las victorias locales y extranjeras al menos se alternaran, pero a partir de 1997 el Giro volvió a ganarse justamente su fama de ser una carrera para los italianos. Durante once años no sólo monopolizaron las victorias, sino en ocasiones hasta el podio. Contador les rompió la racha en 2008, y la carrera salió ganando. Desde entonces, el recorrido se ha abierto a más corredores y el interés es mayor. Las batallas se plantean desde la salida, no desde que conecta la televisión. Gracias a ello, el abanico de favoritos este año es muy grande. Dos son españoles: Valverde y Landa. El espectáculo comienza hoy.