Un gol desde Mahón a Rentería

La victoria de la Real ante el Rayo lleva la firma de Zubieta porque sus goleadores fueron dos chavales del Sanse, el filial txuri-urdin, que han dado el salto a Primera este curso. Uno es ya una realidad. Oyarzabal ha demostrado tener mucho presente y todo el futuro que él quiera. Comenzó la temporada en Segunda B y la termina como el recurso ofensivo más fiable del equipo de Eusebio. El otro es un killer clásico. Bautista ha logrado su primer gol en la máxima categoría en menos de 90 minutos, distribuidos en El Madrigal, su media hora contra el Real Madrid y la segunda parte ante el Rayo.

El caso de Bautista merece especial atención. Nacido de forma circunstancial en Mahón (Menorca), por motivos de trabajo de su madre, y criado en Rentería (San Sebastián), ha ido pasando, sin decir una palabra más alta que otra, por todas las categorías inferiores de la Real. Su paso al filial no fue el esperado, le costó, pero esta campaña ha sido la de su explosión. Sus 14 goles en Segunda B le abrieron las puertas de los entrenamientos con el primer equipo hasta que le llegó su debut y vaya que si lo ha aprovechado. Su tanto al Rayo le define: oportunista, rematador, delantero de área con mucha claridad en la definición. Ya ha demostrado que Agirretxe tiene sucesor y que el gol en la Real está asegurado.