El baloncesto juega con fuego

El de ayer fue un día intensísimo en el deporte. Penúltima jornada en la Liga de fútbol, Mundial de motos, final de tenis en Madrid, Copa de balonmano, Giro... y baloncesto. Ahí es donde voy. Jornada interesante de baloncesto, porque había un Valencia-Barcelona. Ganó el Valencia, que es un buen equipo, y perdió el Barcelona, que tiene un equipazo. ¿Y qué pasó? Nada. No porque el Barcelona continúe líder, sino porque las derrotas en la Liga de baloncesto no suponen ninguna crisis. Igualito que en la de fútbol. Los jugadores de fútbol del Barcelona pegándose un atragantón cada semana para que no se les escape el título, y los de baloncesto, que viven de los ingresos del fútbol, pueden perder cada domingo sin que pase nada.

Los del Barcelona, los del Madrid, y los de cualquier equipo de los de arriba. Como la Liga sólo vale para establecer las posiciones en los playoff... No digo que pierdan intencionadamente, en absoluto, pero sí que la mentalización y la concentración es muy distinta a cuando el título se juega en cada partido. El fútbol, en cambio... Y las motos. Y los torneos de tenis. Y cada etapa del Giro. Y esa Copa de balonmano. ¿De verdad algún madridista se entusiasmó por la derrota del Barça en Valencia y que ahora su equipo esté a una sola victoria del gran rival? Pues ese es el problema del baloncesto. Encima no hay un solo equipo que no genere deudas, y por si fuera poco ahora andan todos en líos con la FIBA. Este baloncesto se la está jugando.