Tebas, las posiciones y los maletines

Maletines, maletines, maletines... Muchos dicen que nunca los han visto, pero no hagan demasiado esfuerzo por creerles. Las primas a terceros son masivamente aceptadas y aprobadas por la gente del fútbol. Los sobornos por dejarse ganar, no, pero también han existido. Por fortuna, hoy esto último empieza a ser perseguido. Ahí tenemos los casos del Levante-Zaragoza y dos de Osasuna, uno contra el Betis y el otro contra el Espanyol, investigados ambos. No sé lo que saldrá de eso, pero me parecen unos buenos primeros pasos. La impresión es que la impunidad se va acabando.

¿Y las primas a terceros por ganar? Prohibidas pero toleradas, como el fumeque de sobremesa en ciertos restaurantes. Vienen a corregir una deficiencia del modelo de Liga, que provoca que al final haya partidos que sólo importan a uno de los dos. Y es natural empatizar con el que se tiene delante y dejarse ir, sin atender al perjuicio que se produce a un lejano. De ahí que ese lejano tire de dinero para movilizar el ánimo del que no se juega nada. Es inelegante, pero lo que se busca es un partido íntegro. Por eso son toleradas, aunque sean feas. Se dan, se cogen, pero no se reconocen.

Tebas ha tratado de combatir eso con un detalle del nuevo contrato de la Liga: se paga un plus por cada puesto más arriba que el equipo queda, y además ese plus se arrastra por cinco años. Digamos que quedar el diez está mejor pagado que quedar el once. Eso busca que los equipos de zona templada peleen hasta el final. Pero ese dinero va al club, no directamente a los jugadores, que no computan mentalmente ese beneficio, mientras que la prima que viene de fuera es contante y sonante. ¿Y si se da ese plus directamente a los jugadores? Ningún club estaría de acuerdo. No es una cuestión fácil.