El Castilla ya está donde el gen del club exige: jugándose lo máximo, en su caso un ascenso. Y ahí es donde se distinguen las camadas excepcionales. La última fue la de 2012. La Quinta de Jesé y Morata puso su pica en la Tacita de Plata: un 0-3 al Cádiz y a Segunda. De los catorce castillistas aquel día, diez jugaron esta 2015-16 en la élite: Carvajal, Nacho, Lucas Vázquez, Jesé (Real Madrid), Morata (Juventus), Cheryshev (Valencia), Mosquera, Juanfran (Deportivo), Jesús (Granada) y Joselu (Stoke City). Había madera, pues.

Si Segunda B forja hombres de chavales, la Segunda modela futbolistas y no tiene piedad con los filiales: en los últimos tres años descendieron el propio Castilla, el Barça B y el Bilbao Athletic. Ahora se quiere coronar una nueva generación. Al frente de ella Mayoral, el líder que es hijo de carnicero, y los goles con reggaeton de Mariano y Marcos Llorente, éste con un árbol genealógico (papá Paco, Grosso y Gento) enraizado en el Bernabéu. Un grupo que sueña con que Murcia sea hoy su Cádiz.