Febas, pequeño ilerdense pero futbolista mayúsculo, es la llave. Hizo el gol que vale. El que deja la eliminatoria abierta y quebró el cartel del UCAM de equipo totalmente inexpugnable. El Castilla logró abrir una rendija en Fort Knox y se llevó algo del oro. Un tanto fuera, en un playoff, vale un Potosí. El filial, además, extrajo la certeza de que lo peor ya ha pasado. El UCAM rascó jóvenes tibias blancas mientras el trencilla miraba al tendido y optimizó en forma de goles su experiencia, pero no noqueó al filial. Ahora no debería cundir el pánico. El Castilla logró esta temporada en el Di Stéfano once veces un resultado que le valdría para verse en Segunda. Y Mayoral y Mariano (40 goles este curso) aparecerán. Lo han hecho todo el año. Tienen el crédito intacto.

El partido de vuelta no existe”, les dijo Ramis a sus pupilos esta semana. También les inculcó que esta eliminatoria “es la única final que existe”. Seguro que se lo repitió en el vestuario tras el 2-1. No importa que el Castilla, de caer finalmente, tuviera otra oportunidad de subir en forma de repesca. La mentalidad en el Castilla el lunes 30 será guerrillera: hay que lograrlo aquí y ahora.