Le falta un gol en esta Champions

A Bale le ha costado conectar con su equipo desde aquel largo y millonario fichaje del verano de 2013. No es precisamente de los más integrados, ni por su piscina pasan muchos compañeros, que se sepa, pero es verdad que ha sido el pilar más firme de la BBC en el tramo más decisivo de la temporada. Cuando Cristiano o Benzema se han lesionado ha cogido el testigo sin complejos y con mucha determinación. Sus mejores actuaciones han llegado en la racha triunfal del Madrid en la Liga, cuando sólo le valía ganar si quería aspirar a un título que el Barça tenía asegurado dos meses atrás. Con ese sprint final ha sumado 19 goles en la Liga, pero en la Champions es sorprendente que no se haya estrenado aún cuando ha participado en siete partidos. Ayer hizo dos años del gol que remontaba el tanto inicial de Godín en Lisboa. De tal forma que Bale ha sido decisivo en dos títulos del Madrid, una Copa ante el Barça y la Champions ante el Atlético de Madrid, aunque el gol que se recuerda es el del empate de Sergio Ramos en el descuento.

Puede que Bale siga siendo el último en llegar al entrenamiento y el primero en marcharse de Valdebebas, pero en el campo se ha visto a un jugador que cada vez compite menos con los millones de su fichaje, con Cristiano y con la necesidad de ser aspirante al dichoso balón dorado. A medida que el galés baja a la tierra se hace más útil para su equipo. Debe ser que cada vez escucha menos a su inoportuno agente. Eso que gana el Madrid...