Silva, un garante del tiqui-taca

La gran noticia del partido de ayer fue David Silva. El otro genio de Arguineguín llegaba a la convocatoria renqueante de un tobillo y una rodilla, tras una temporada muy cargada con el City y haber jugado muchos partidos arriesgando demasiado. Algunas fuentes apuntaban la posibilidad de que fuera uno de los dos descartes que debe hacer el seleccionador para la lista de 23 definitiva. Pero por lo visto ayer en el amistoso ante Bosnia, Silva llegará bien. Su presencia es la garantía de que España mantendrá su estilo. Junto a Andrés Iniesta, que llega pletórico tras su recital en la final de Copa del Rey, Silva es el garante de la forma de jugar que ha dado los éxitos a la Selección desde la Eurocopa 2008. Silva ha sido intocable para Del Bosque tras el Mundial 2010, donde apenas le utilizó. Y será uno de los líderes de España en su reto de ser la primera selección que gana tres Eurocopas consecutivas y alcanza la cuarta, superando a Alemania (están empatadas a tres).

La ausencia de Xavi Hernández es muy difícil de cubrir. España echará mucho de menos al Von Karajan de Terrassa, un futbolista irrepetible. Pero si Silva e Iniesta llegan a su nivel, La Roja puede mantener la jerarquía del equipo campeón de 2008, 2010 y 2012. Todo sustentado defensivamente por Ramos y Piqué, la mejor pareja de centrales del mundo, con Sergio Busquets, el mejor pivote de Europa, de ancla. Recuperar al mejor Cesc también es imprescindible y una apuesta rotunda por uno de los dos arietes convocados. Y así, al margen de la duda en la portería, esta España nuestra nos da licencia para soñar.