La segunda semifinal para subir a Primera mide a dos expertos. Córdoba y Girona han jugado tres de las últimas cuatro fases de ascenso y saben cómo afrontar este tipo de partidos. En mi época me tocó vivirlos con el Rayo y son duelos con mucha presión. Quizá el Girona llega un punto por encima, pero el calor de la grada del Nuevo Arcángel y el añadido psicológico de que los dos enfrentamientos de Liga los ganó el Córdoba, pueden ayudar a equilibrar la balanza.

Los locales tienen la baja de Florín Andone. El segundo máximo goleador de Segunda está en la Eurocopa con Rumanía y eso resta poder a un equipo que se apoya mucho en sus individualidades. Nos tocó sufrirlo este año con el Lugo y nos ganaron un choque que teníamos dominado. Pese a la ausencia de Andone, el Girona no puede confiarse. Xisco, De Tomás y Pedro Ríos suman 20 tantos. No llegan a los números del rumano, pero pueden ser suficientes. Los catalanes son un equipo distinto. Su fortaleza reside en la solidez de su bloque y así hicieron 41 puntos en la segunda vuelta. Calidad individual contra la colectiva.