Francia abre hoy el campeonato ante  Rumanía. Y con un buen equipo, aunque le falte Benzema, apartado por ese su feísimo caso de presunta extorsión a Valbuena. Cuando se escucha su conversación con el compi del barrio se le viene a uno el mundo a los pies. Él salió del barrio, pero el barrio no salió de él. Eso explica que se haya quedado fuera de esta Eurocopa que se juega en su país y que le pilla (le pillaba) en plenitud de edad y de forma. Florentino no ha visto inconveniente en que siguiera jugando en el Madrid. Al fin y al cabo, fue su apuesta y se acoge al ‘sostenella y no enmendalla’. Pero Francia le deja fuera.

Faltos de él, tenemos como focos a Griezmann, la ilusión del Atlético, y a Pogba, que apunta a galáctico del verano. Griezmann es un estupendo delantero, en edad de estallido. Acaba de sufrir uno de esos golpes que pocos futbolistas encajan en la vida: el penalti fallado en San Siro. Su respuesta fue marcar el que le correspondió en la tanda con un toque suave, técnico, seguro. En ese instante digirió el mal trago del penalti anterior. Esa serenidad suya me recordó la de Sergio Ramos cuando, tras ser comidilla nacional por su penalti a las nubes ante Neuer, marcó el de Panenka a Portugal. Adiós fantasmas.

Griezmann es gran jugador, sí, pero en esta tarde-noche de estreno de Eurocopa las miradas recaerán en  Pogba, ese trueno del medio campo. Va y viene, hace y deshace, corta y da, recibe y entrega, chuta y bloquea... Un jugador pleno, que el Madrid ha decidido que sea su objetivo del verano. Frente a él, Kroos parece demasiado cómodo. ¿O podrían jugar los dos, y no  Casemiro? Eso ya se verá. Lo primero es  ver si llega al Madrid, porque la Juve lo va a poner caro (120 M€) y Mourinho también está interesado. En fin, que a falta de Benzema ahí están Griezmann y sobre todo Pogba. Empieza la Eurocopa.