En la cabeza de Iniesta

Iniesta. Viendo cómo llega la Selección a la Euro, y sin militar en los eufóricos ni en los derrotistas, no queda otra cosa que agarrarse a la luz esperanzadora con la que nos alumbra Andrés Iniesta. Está demostrado que el equipo es uno con el manchego y otro sin él. Cuando está, hay vértigo, hay sorpresa, saltan chispas en el área rival. Si no está, todo es más previsible, el juego se hace espeso y el panorama es muy gris. Andrés ha pasado de ser un agitador de nuestro fútbol a ser el director de todo. Ha asumido la experiencia y los galones con la sencillez que le caracteriza, prudente y tranquilo, pero sin esconderse nunca y siendo consciente de la responsabilidad que tiene en el grupo y en el juego. Hace ya tiempo que la Selección tiene que enfrentarse siempre a equipos atrincherados y espinosos, que cierran todos los caminos hacia su portería, y la Eurocopa no será una excepción. En ese panorama, la clarividencia de Iniesta parece lo único capaz de sacarnos del atasco. Es un placer verlo moverse a por la pelota y luego, con ella en los pies, imaginar en milisegundos una jugada, una vereda que conduzca hacia la portería rival. Talento puro que se tiene o no se tiene. En la capacidad de los compañeros de entender las ideas de Iniesta están depositadas muchas de nuestras esperanzas en el campeonato.

Nolito. Nos hemos ilusionado todos con él. Se le nota con hambre de ser protagonista y tiene siempre atrevimiento con la pelota en los pies. La Selección necesitaba un jugador así. Lo mejor de todo es que su juego mezcla fenomenal con Iniesta y con Silva. Salvando las distancias, las diagonales de Silva partiendo desde la derecha para encontrar a Nolito recuerdan a las de Messi en el Barça buscando a Neymar. Y encima, tiene colmillo para el gol, de cuya falta adolecemos desde hace tiempo.

El cuarto medio. Hay varios candidatos: Cesc, Thiago, Lucas Vázquez… Fàbregas tiene a su favor el conocimiento del juego de los otros, pero parece no estar bien físicamente. Lucas Vázquez está perfecto para dar profundidad a la banda derecha, pero Silva debería cambiar su posición. Thiago tiene que arriesgar menos y dar un paso adelante. Pedro parece ser ahora mismo una opción para el plan B, cuando las cosas no hayan salido bien. Y Bruno lo mismo, para cuando las cosas hayan ido como esperábamos y nos tengamos que proteger más.

La portería. Hasta ayer hubiera sido una sorpresa que no jugase De Gea. Después de que el portero se haya visto investigado en una trama de explotación sexual, Del Bosque tendrá más dificultades para tomar la decisión. David parecía haber madurado y estar preparado para soportar toda la presión. El lunes lo veremos. Y si no, está Casillas.