Cuando todo humano viviente se desespera en un atasco, perdiendo los nervios y cayendo en la desesperación, hay un ser único como Iniesta que, con sus giros y su zancada que parece un paso de baile, encuentra siempre un atajo para llegar antes que nadie a su objetivo. Porque si Rumanía y Ucrania se presentaron ante dos de los candidatos al título (Francia y Alemania) valientes y ambiciosos, la República Checa de nuevo fue un contrario que acumuló once jugadores en su campo esperando la impaciencia de los nuestros. Una demostración más del respeto que le siguen presentado a La Roja, pero, ¡ay amigo!, con lo que no contaban los checos es con que España tiene en sus filas a un manchego en estado de gracia, un GPS de última generación que alivia a sus compañeros eligiendo siempre la mejor opción.

Los de Del bosque demostraron llegar con mejores sensaciones de piernas que en el Mundial de Brasil, y con un futbolista que le da desequilibrio y verticalidad como Nolito. El sanluqueño rápidamente demostró que no le iba a pesar su debut en una gran competición con la Selección. Estuvo incisivo valiente y descarado. Nolito demostró ser la sexta marcha que necesitamos en momentos de monotonía. La victoria, la frescura y el GPS Iniesta me hacen ser más optimista que en el ultimo Mundial. Con Iniesta, un atasco puede convertirse en algo divertido.