Necesitamos saber los nombres

El deporte español arrastra una mancha que se extiende ya durante un periodo de diez años. Desde que el 23 de mayo de 2006 estallara la Operación Puerto. Gracias al fallo de Alejandro María Benito, magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid, podrá comenzar a borrarse. Las 211 bolsas de sangre y plasma que constituían la prueba de que un número indeterminado de deportistas se dopaba, no serán destruidas. Tampoco habrá sanciones, pero eso, a estas alturas, es lo de menos. ¿Por qué entonces no olvidar ese vergonzoso pasado? Porque para construir un futuro mejor hay que conocer el pasado. Ese pasado está manchado y aún borroso. ¿Que no fue para tanto y las 211 bolsas pertenecen a 35 deportistas? Mejor.

Se necesitan los nombres, y si ahora se van a poder conocer es por los recursos presentados por la Fiscalía, la Federación Española de Ciclismo, la Unión Ciclista Internacional, la Agencia Mundial Antidopaje, el Comité Olímpico Italiano, Jesús Manzano y la Abogacía del Estado en nombre del Consejo Superior de Deportes. Serán estos organismos quienes puedan tener acceso a las bolsas e identificar a quiénes pertenecen las muestras. Por cierto, de la Federación Española de Atletismo o de la Internacional, ni pío en este asunto. Es por Odriozola o por Diack, acusado de tapar positivos de atletas rusos, y no habría habido juicio de la Operación Puerto; por supuesto, esas bolsas estarían ya destruidas.