Gran Barcelona y gran Madrid

Fue un partidazo. Quizá el partido del año. No decidía el título de baloncesto, pero sí abría las puertas del mismo. Incluso de par en par, según reza la estadística: el 93,7% de las veces, quien gana el primer partido gana la final. Mas visto lo visto, cualquiera puede ganarla. Es un cara o cruz. Hasta la moneda puede caer de canto, dada la igualdad de los dos equipos. Ganó el Barcelona, y no puede decirse que fuera injusto. Su victoria llegó en el último suspiro, y tras una jugada de fortuna, pues el rebote que capturó el Madrid a falta de tres segundos botó en la misma línea. Cae un centímetro dentro, y estaríamos hablando de una victoria del Madrid. ¿Hubiera sido injusta? Igualmente, en absoluto. Por todo esto, fue un partidazo.

La ventaja es ahora del Barcelona, mas por el resultado, no por tener el factor cancha a su favor. Éste no contó para nada. El Madrid tiene unos jugadores que se desenvuelven a las mil maravillas con el ambiente en contra. Rudy, Nocioni, Llull, Ayón y Sergio Rodríguez son jugadores que se crecen en las canchas calientes. Maciulis, Carroll y Reyes tampoco vuelven la cara. Volver a jugar en el Palau no les va a suponer ninguna adversidad. Si casi gana el Madrid este primer partido, pese a jugar lastrado por una horrorosa actuación de Taylor y en ocasiones desesperante de Nocioni... El Madrid ha llegado muy entero a esta final, y el Barcelona lo hace necesitado de títulos. Gran final, con ambos equipos haciendo honor a sus nombres.