Las dudas razonables de Morata

Soy poco objetivo con Morata. Siempre he estado convencido de que, con confianza y regularidad, estábamos ante uno de los tres mejores nueves del próximo lustro. Pero el Madrid es un club especial donde no siempre manda la pelota y el chaval tiene dudas razonables. Desde la entidad le regalan el oído diciéndole que cuentan con él, pero Álvaro no quiere volver al banquillo por decreto sin tener oportunidad de pelear en igualdad de condiciones con los otros delanteros de la plantilla.

Morata es madridista y un tipo agradecido, pero ya no es un niño y tiene que pensar en su futuro. Por eso quiere elegir bien, consciente de su valor en el mercado. Zidane, que esta temporada ha demostrado con Casemiro y Lucas Vázquez que el que lo merece juega, tendrá que ser convincente y sincero con el delantero para disipar sus dudas. Morata no quiere que le prometan la titularidad porque sabe que eso es irreal; le basta con tener la certeza de que si su rendimiento está a la altura no le sacarán del once por llamarse Álvaro y haberse criado en la cantera. Si el francés es convincente el Madrid se asegurará el mejor delantero para el futuro.