El sistema funciona y hay un ‘once’

El trabajo de Del Bosque a partir de ahora va a ser mantener contentos a los que no juegan. Hay un sistema (4-1-4-1) y hay un ‘once’. Un equipo-tipo que no va a sufrir apenas cambios. España va jugar con este bloque mientras no haya tarjetas o lesiones. Y el seleccionador tendrá que apañarse con los cambios para mantener alta la moral de la tropa. Afortunadamente, como reconoció Busquets, el ambiente es bueno, ha mejorado y ya han cicatrizado las heridas que dejó la Tormenta de Clásicos. De los que no están en el once de España, los que con más derecho pueden sentirse para jugar son Casillas y Pedro, que son los únicos junto con los titulares (excepción hecha de De Gea, Morata y Nolito) que son campeones de Europa, del Mundo o de ambas cosas.

La actual Selección tiene 13 de los 23 jugadores que no han sido campeones. Y a ellos, salvo los tres citados, es a los que toca esperar. Del Bosque aprovechará los partidos propicios, como el de anoche contra Turquía, para repartir minutos y probar soluciones para cuando lleguen los rivales de más peso. Por eso entró Bruno, para medir la eficacia del doble pivote frente al sistema titular, que es con un solo medio centro. También jugó Koke, que le dio relevo a Cesc Fàbregas. Este cambio también tiene su sentido, y además ayuda a respetar las jerarquías. De los jóvenes, Koke y Azpilicueta son los que más tienen en este equipo. Queda por ver al revulsivo: Lucas Vázquez.