Martín al fin ha subido al ansiado ático

Me convertí en una forofa osasunista más ayer y viví el partido en el Casco Viejo de Pamplona. ¡Quién nos iba a decir hace un año cuando en Sabadell vimos cómo nuestro equipo escapaba de las garras de Segunda B en el minuto 90 del último partido de la temporada que un año después podríamos dar el salto a Primera, nuestro sitio! De vuelta a casa. Y es que Osasuna, de la mano de Martín, ha hecho las cosas muy bien. El primer rojillo que sube como jugador (1980) y como entrenador. Como técnico no lo había conseguido en 14 temporadas en Segunda. Tiró de cantera, casta y garra, en definitiva de lo que siempre habían sido las señas de identidad de este club.

Había quien le tachaba de loco cuando en forma de metáfora hablaba de un ático que simbolizaba LaLiga. Prometió a su padre subir a él. El tiempo le ha dado la razón y dos años y un mes después El Sadar es de Primera. Séptimo ascenso. Anunció ayer una rueda de prensa en el último piso de un edificio. El fútbol es caprichoso y los rojillos se convirtieron en verdugos del Girona, el equipo que les permitió entrar en la sala de espera de este sueño, con el gol que le marcó a la Ponferradina. Pamplona vivió ayer una larga noche y posiblemente muchos aficionados se habrán levantado hoy incrédulos, frotándose los ojos. ¡A disfrutarlo al ritmo del ‘No hay tregua’ de Barricada, los sones de El Sadar y del vestuario visitante ayer en Montilivi!