España se mete en la Ruta de la Muerte

De golpe se ha complicado todo. La caída ante Croacia nos coloca en el segundo puesto del cruce y eso nos manda por un lado malo, malísimo, del cuadro. Lo primero va a ser Italia, el lunes, en París. Si salimos de esa, se supone que sería Alemania en cuartos. Y luego, de nuevo un suponer, Francia en semifinales. Y por si acaso, por ese mismo lado va Inglaterra. Todo eso lo hubiéramos evitado sólo con empatar el partido contra Croacia, pero lo perdimos. Eso después de empezar bien, con veinte minutos casi excelsos en la primera mitad. Pero luego acumulamos cansancio y errores.

La esperanza está en ese gran tramo de juego. Gran manejo y mucha llegada. Pero ya antes de eso hubo despistes atrás, uno de los cuales provocó un globito de Rakitic que pegó en el larguero y en el palo. Y lo peor es que hacia el minuto treinta ya se acabó esa excelencia. España siguió manejando el balón, pero como frenada por una confianza excesiva. Y el castigo fue el empate, ya a punto de entrar en el intermedio. Perisic, que durante todo el partido fue un puñal en el lado izquierdo, metió un balón que cogió a Sergio Ramos despistado (su partido fue malo) y a De Gea poco menos. Y gol.

Medio partido por delante para manejar el empate ante una Croacia sin Modric ni algunos otros (reservó gente) pero que puso más interés. Del Bosque sacó a Bruno por Nolito, para afianzar el equipo con doble pivote. En ésas, el árbitro nos regala un penalti que Sergio Ramos tira: paradinha, Subasic que se adelanta y lo rechaza. Ahí estaba el partido, ahí se fue. Aun así, confiábamos en el empate, porque todo el mundo parecía cansado. Pero quedaba uno con fuerza: Perisic, otra vez él. Se pegó una escapada tremenda, se plantó ante De Gea y marcó, con roce en Piqué. En fin, fútbol es fútbol.