El holandés Kuipers sólo tuvo un fallo. Pero llevó el juego correctamente y fue justo en sus decisiones salvo en ese grave error en el área croata pero mejor comentar cronológicamente lo más interesante del partido. En el minuto 7, no hay fuera de juego ni en el primer pase de Silva a Fábregas ni de Morata cuando recibe y marca. Gol legal. En el 12’, Rakitic chuta y el balón da en el poste y bota sobre la línea de meta por lo que no es gol y aunque se hubiese empleado la tecnología siempre vale el criterio del árbitro. Otra cosa diferente es que cuando es claro que no ha entrado se puede dar en los vídeomarcadores. Pero si la jugada es polémica, por la situación del balón, entonces no se da en las pantallas del campo.

En el minuto 44, el gol de Croacia viene de un despiste de marca de Ramos y no hay fuera de juego ya que Kalinic viene desde atrás y el gol es legal. En el 54’, Morata pudo ser amonestado ya que no puede encararse con Corluka porque le pise sin intención cuando el jugador nuestro toca el balón y sale fuera sin ser córner como exigía.

En el 63’, Kuipers acierta totalmente cuando Pjaca dentro del área y al ver el pie de Ramos lo busca y exagera descaradamente la caída por lo que no existe penalti.

Y el único error que tiene el árbitro holandés, a mi entender, es en el minuto 69 cuando hay un pase medido de Iniesta a Silva y Vrsaljko no le derriba, puede haber un simple contacto, y el canario cae y el árbitro pitó un penalti que no existió. Pero aquí fue miedoso el holandés ya que el portero croata, antes de chutar Ramos, se adelantó dos metros y el colegiado debió mandar repetir el lanzamiento del penalti.

En líneas generales, hay que señalar que hizo un arbitraje que no perjudicó en nada a la Selección y, como comentamos, nos vienen mejor los árbitros veteranos, que saben afrontar los problemas que les plantea el juego, que los debutantes.