¡Mira que perder ante Croacia y no ser primeros!

La mala suerte también juega al fútbol. Lo que pasa es que los futbolistas la atraen; España ahora se enfrenta a la necesidad de la buena suerte, que es una mercancía que se reparte mal. A Croacia le tocó la buena suerte, y la pagó Ramos, que ahora pasea la tristeza que patentó Juanfran en la noche más triste de los atléticos madrileños. Esa tristeza que va por barrios no será eterna, pero va a hacer falta mucha paciencia, y mucho linimento Iniesta, para superar esta enorme herida que afecta al equipo cuando más optimista estaban la afición y el propio conjunto, afectado de todos modos por estos sarampiones inoportunos que han protagonizado, a distinta escala, el hasta hace unos días discreto Pedro y el habitualmente indiscreto Piqué. La derrota ante Croacia abre un boquete en aquel optimismo que vivió España cuando Iniesta puso a jugar al conjunto y parecía que todo iba a ir de color de rosa, o de color de roja.

Y mira que perder! El fútbol tiene dentro la esencia de una duda, eso es lo que lo hace interesante. Pero, en fútbol y en la vida, generalmente lo interesante te hace sufrir. Y, como anuncia el calendario, lo interesante, es decir, lo sufrido, acaba de empezar. Pónganse los cinturones en el ánimo.