Bale nunca tuvo la intención de irse...

Las relaciones entre el Real Madrid y Gareth Bale pasaron por un momento delicado el verano pasado. Ya se sabe que el galés no estaba contento por tener que desempeñar un papel pequeño en el equipo. Él se veía capaz de cosas como las que estamos viendo en la Eurocopa, pero no le dejaban. O sentía que no le dejaban. Puede que hubiera sido sólo una sensación, pero sus quejas llegaron a lo más alto y el entrenador primero (Benítez, luego Zidane) y el equipo, después, reaccionaron.

De repente ganó espacio de influencia no tanto por haber levantado la voz (a través de su representante), sino porque sus compañeros, incluido Cristiano, le vieron capaz de echarse el equipo a la espalda cuando lo necesitaba. Seguirá creciendo y lo hará en Madrid porque, aunque se le hiciera saber al club que el Manchester United estaba dispuesto a apostar por él, Bale nunca tuvo intención de dejar al que considera mejor equipo del mundo para él. Porque el Madrid le ayudará a conseguir títulos. A mejorar su imagen. A crecer. Aunque a veces le cueste disfrutar por el exceso de politiqueo y de algunas reacciones externas al club...