La final menos vista de la ACB

Se han encendido todas las alarmas. Más bajo es difícil caer. La audiencia media de los playoff por el título de baloncesto entre el Madrid y el Barcelona ha sido de 681.000 telespectadores. Menos que en 2015 (887.000), que en 2014 (809.000), que en 2013 (1,5 millones) y que en 2012 (1,4 millones). Estos han sido los cinco años de finales seguidas entre el Madrid y el Barcelona. Finales soñadas por la ACB para superar las audiencias cuando el Madrid no jugaba las finales. Y ahí están los resultados. Los dos grandes no han fallado; la televisión, tampoco, pues los partidos se han dado en abierto, e incluso TVE ha ofrecido uno por La 1, aunque las audiencias en Teledeporte han estado a la misma altura. Fallará entonces el modelo.

La ACB podrá decir que las cifras no son reales, pues hay que sumar las de Movistar +. Cierto. Cifras oficiosas, porque no se hacen públicas, pero les doy una pista: rondan el 6% de la audiencia en abierto. O sea, que a los 694.000 telespectadores del primer partido, los 587.000 del segundo, los 595.000 del tercero y los 848.000 del cuarto les aumentamos un 6%, y en lugar de una audiencia media de 681.000, tenemos otra de 721.860, insuficiente igualmente para mantener una liga profesional, pues aún está por saber cuánto se reparten los equipos por los contratos de patrocinio y televisión de la ACB. Si la liga regular no tiene interés por culpa de los playoff, y estos tampoco interesan, ¿qué competición estamos haciendo?