Ya han pasado ocho años y dos noches desde aquel 22 de junio de 2008 cuando, en Viena, España rompió la racha negativa con Italia eliminándola en la tanda de los penaltis. Desde entonces, la selección italiana ha cambiado a cuatro seleccionadores (Donadoni, Lippi, Prandelli y Conte) y nunca ha ganado un partido oficial contra España perdiendo la final de la Euro copa hace cuatro años con un contundente 0-4 que ha sido el resultado más largo de todas las finales europeas y mundiales. Por todas estas razones, nadie en Italia quería enfrentarse a España en este momento, prefiriendo como rival a Croacia. Pero algo ha cambiado después de la victoria de Italia frente a Bélgica, que parecía superior y, sobre todo, después de la sorprendente derrota de España frente a Croacia. Ahora en Italia, los aficionados y la gente del fútbol está dividida entre la confianza para romper una racha negativa y el pesimismo porque España sigue siendo superior.

Hay un antecedente favorable porque la última victoria de Italia, a nivel oficial, con España fue en el Mundial 94 cuando Conte era titular en la squadra azzurra. Ahora el propio Conte, que se marchará al Chelsea después de la Eurocopa, parece el hombre más importante de la selección. Si trasmite su carácter al equipo, Italia puede vencer. Pero al final, en el campo entran los jugadores y el nivel de los italianos no es el esplendoroso del pasado con Roberto Baggio y Andrea Pirlo. Pero en el fútbol todo es posible.