El Madrid tiene la mejor plantilla de Europa. Lo vimos en la final de Milán. Y ahora lucen palmito en los campos de Francia. En ese once titular que tumbó al Atleti por penaltis estaban centrales como Pepe y Ramos (indiscutibles con Portugal y España), centrocampistas de lujo como Modric (el regista de Croacia) y Kroos (el alma de Alemania), y delanteros top como Cristiano (destrozó a los húngaros) y Bale, que se ha consolidado en la primera fase como la estrella de la Euro.

Les he nombrado seis, pero en realidad en la Eurocopa hay nueve que esta temporada estarán a las órdenes del maestro Zidane. Me faltaban Lucas Vázquez, uno de los héroes de San Siro por su gran prórroga y su entereza en el primer penalti que tiró, Kovacic (casi inédito con Croacia) y Morata, el fichaje de más relumbrón en lo que va de verano que ya aparece en la web oficial del Real Madrid.

Bale y Morata son los actuales líderes de la tabla de goleadores (con tres) y Cristiano ya les pisa los talones con dos. Eso da muestra del potencial ofensivo que tiene el actual campeón de Europa. La BCM (Bale-Cristiano-Morata) ha logrado que nadie se acuerde de Benzema. El escaparate de la Euro ha servido para reivindicar la calidad y el verdadero nivel de los reyes de la Undécima. Lo de Milán no fue casualidad ni producto de unos sorteos generosos. La Champions se alcanza con jugadores enérgicos, con tablas, genéticamente ganadores y cuajados en mil batallas. La imagen de Bale, Cristiano o Modric curándose ellos mismos de sus dolencias musculares en la prórroga de San Siro les dignifica como futbolistas. El madridismo saca pecho con los suyos en Francia. La Undécima todavía reluce...