Pobrecitos portugueses, temblad, jugáis contra Croacia. Os lo avisa Maradona, que es un águila: Croacia es superfavorita y Portugal tiene superdependencia de Cristiano, dice, y lo dice él, Maradona, la mano de Dios, de quien dependía, lógicamente, Argentina, como ahora depende de Messi, marque o no marque. Pobrecitos portugueses, avisa también el entrenador Ivkovic: “Croacia tiene que hacer el peor juego para perder con Portugal”. Y el sabio Rakitic sabe cómo ganar: “Tenemos que repetir el partido contra España”, claro, y que el contrario falle un penalti, ataque en el último minuto y su portero deje pasar el balón. Tanto desprecio es una bendición para el orgullo portugués, más aún cuando es cierto que sus resultados en la fase previa han sido decepcionantes. Jamás Portugal había tenido en una primera fase resultados tan malos. Sufrir ante Islandia, Austria y Hungría no entraba en sus planes.

Pero a diferencia de otros torneos en los que mereció más y cayó, aquí ha salido viva del desastre y camina por el lado bueno. Aunque no se lo crea Maradona, Portugal tiene fútbol como para ganar a Croacia, Alemania, Francia, Italia o España, como ha dejado caer Del Bosque. A diferencia de hace dos o cuatro años, Portugal salta hoy al campo con una superestrella, pero también con diez jugadores de primera categoría como para no mirar siempre a Cristiano. Oyendo a los expertos, pobrecitos portugueses, hoy os van a dar una panadera de aupa, que se decía antes. Pues yo apuesto por vosotros.