La selección chilena ya hizo historia hace un año al ganar su primera Copa América desplegando muy buen fútbol, y la condición de campeones defensores no les ha pesado para llegar nuevamente a la gran final continental, otra vez ante Argentina. Chile ya no se achica ante la Albiceleste. La presión de décadas de estar a la sombra del país vecino ha generado una rivalidad bastante particular que la Roja ha logrado equiparar en los últimos duelos y que ha obligado a los argentinos a mirar con otros ojos, con un renovado respeto al rival de esta madrugada en España. Para la final en Nueva Jersey, Chile tiene oportunidades de ser campeón y los motivos los explicó una de sus estrellas, Arturo Vidal: “Viendo la Copa América y la Eurocopa, no hay ningún equipo que juegue como Chile”. Fuerte y claro. ¿Exceso de confianza? Más bien una realidad que a la Roja le permite afrontar sus partidos de forma imponente, con la convicción que tienen las armas para vencer a cualquier selección que la desafíe. Ya lo ha hecho en otras ocasiones...

Pocas veces en la historia la selección chilena comenzó de mala manera un torneo y ha terminado en la lucha por el título. De hecho, la lógica siempre ha indicado lo contrario: se puede jugar bien, pero finalmente veían cómo otros países levantaban los trofeos y ellos se tenían que conformar con los piropos por su buen fútbol. Chile comenzó con una derrota ante Argentina, el rival de hoy, y menos de dos semanas después aplastó por 7-0 a México; el claro reflejo de la evolución en el torneo y que lo hacen merecedor del bicampeonato.