Sobre Griezmannes y Pogbas...

Ayer en estas páginas escribía una columna que se titulaba “llegó el momento de Griezmann”. No es que tenga algún don de brujo o vidente, sino que al vivir en España y al ver todos los partidos del Atlético me parecía lógico que el inmenso talento del delantero rojiblanco iba a ser decisivo en este equipo de los Bleus, que tan pocas garantías ofrece a sus aficionados. Sin embargo, en ningún momento hablaba de Pogba, considerado como la otra estrella de Francia. Porque no me fío del jugador de la Juventus, un futbolista sobrevalorado que no responde en los momentos importantes. Y que sólo vive del márketing, de las exageradas esperanzas puestas en él y del ‘genio’ de su agente, Mino Raiola. Ayer, Pogba fracasó tres veces. Primero al exigir a Deschamps ponerle a la izquierda, trastornando al equipo. Segundo al provocar un penalti ridículo que puso a Francia en una inconfortable situación. Y tercero al realizar un partido muy por debajo de los demás.

Mientras tanto, Griezmann ha sido el amo del partido, en el sitio y en el momento oportuno. La diferencia entre ambos es abismal. En los dos últimos años Antoine ha progresado y el juventino casi nada. Si Pogba vale más de 140 millones de euros, nos tenemos que hacer esta pregunta: “¿Y Griezmann?”.