Lección táctica y atlética

Italia ha cumplido su plan como mejor podía. Sus armas de la previa se han revelado determinantes en forma diferente. La defensa ha confirmado su fuerza porque Buffon ha evitado el 1-1 al final y porque sólo uno de los apercibidos de sanción ha sido amonestado. El carácter de todos los obreros de Conte ha marcado la diferencia y nadie ha decepcionado a pesar del nivel más alto de los rivales. Y el talismán de los lunes favorables a Italia ha funcionado como en el primer partido frente a Bélgica y en 1982 ante Brasil. Más allá de eso factores, Italia ha ganado porque Conte ha dado una lección táctica pidiendo a cada uno de sus jugadores presionar a España en su propia área impidiendo que Iniesta y sus compañeros hicieran el juego habitual.

Italia parecía España por la tranquilidad de su juego, por las ocasiones creadas y por la velocidad, aunque no sentenciara el partido antes de los últimos minutos como merecía. El gol de Pellè, que supuso el 2-0, mató definitivamente las esperanzas españolas. Se demostró, además, la superioridad atlética de los italianos, que se habían preparado ahorrando energías en el último partido frente a Irlanda, mientras que España siempre había jugado con el mismo once. Ahora que Italia ha borrado su racha negativa con España, que empezó en 2008 en Viena, tiene que seguir su racha positiva con Alemania porque nunca en partidos oficiales ha perdido con los alemanes. Pero no es el momento de cálculos sino de hacer fiesta por ganar a España.