En Italia no había miedo

Cuando Perisic marcó el gol que obligó Italia y España a cruzarse tan pronto, muchos en el Bel Paese pensaron lo mismo. Además de revanchas y ‘vendetta’, parecía que la historia del fútbol quisiera cerrar ese fantástico círculo que La Roja abrió justo con la Azzurra en 2008. En el fondo, os aseguro que aquí nadie tenía miedo. Nadie.

Solo hace falta leer las entrevistas de los últimos días para averiguarlo. Todos los italianos decían lo mismo: “Olvidaros del 2012, con nosotros vais a sufrir”. Y así fue: la actuación azzurra, además del sufrimiento final con San Buffon protagonista, sacó el orgullo de quien tiene poco, pero sabe como utilizarlo. Conte gritó: “¡No somos sólo catenaccio!”. Y tiene razón. Lo gritó toda Italia, enamorada de un equipo “normal, pero con un corazón enorme”. Solo así podía acabar con la era más gloriosa del fútbol mundial. La era que empezó con nosotros, y aquellos penaltis de hace ocho años...