Cuando el próximo viernes Scariolo concentre a sus veinte jugadores convocados para los Juegos, Marc Gasol llevará 142 días sin jugar, Calderón 91, Pau Gasol 81, Ricky Rubio y Mirotic 77, Claver 46, Abalde 39, Dani Díez 32, Aguilar 30, San Emeterio y Vives 21, Diop 20, Sergio Rodríguez, Llull, Rudy Fernández, Reyes, Willy Hernangómez, Navarro, Ribas y Abrines 8. Exceptuando el caso de Marc Gasol, que se operó el 23 de febrero de una fractura en el pie, el tiempo que llevan los convocados sin jugar, se puede considerar de vacaciones. Los NBA van camino de los tres meses de descanso; quienes jugaron la final de la Liga española, no llegan a la semana. Es la demostración de que el baloncesto tal y como está montado es un dislate.

Los jugadores del Madrid y del Barcelona que disputaron el final de Liga están penalizados por ello. Su temporada acabó el pasado 22 de junio, mientras quienes no se clasificaron para los playoff llevan un mes de vacaciones. No digamos ya en la NBA, cuya temporada está más concentrada y su liga regular concluye a mediados de abril. Llega el momento de que se junten las selecciones, y ahí viene el problema. Scariolo ha preferido concentrar hasta al apuntador para que los NBA puedan jugar partidillos de entrenamiento, donde se supone que no estarán los finalistas de la Liga para no forzarles. Pero tienen que estar en la foto y hacer grupo. Pues parece un castigo. Por cierto, Pau Gasol se incorporó más tarde cuando jugó los playoff de la NBA.