Lille anda conmovida con el regreso por un día de Hazard. De 2005 a 2012 estuvo el mediapunta en el equipo de la ciudad, gracias al buen ojo de Jean Luc Buisine, director deportivo de los dogos en aquella época. “Parece programado para ser futbolista profesional”, diagnosticó. No se equivocó. Fue nombrado dos veces mejor jugador de la liga francesa en un tiempo en el que fascinó a Zidane. Buisine le reclutó con 15 años del Tubize belga.

Tubize es la otra villa predilecta de Hazard. Vivió allí tres años y su primera exhibición con Bélgica fue en un encuentro del Europeo Sub-17 ante Holanda en el que marcó gol, su faceta aún por mejorar. En aquel torneo explotó. Fue el paladín de una selección que cayó contra España en semifinales en la tanda de penaltis (en AS le distinguimos con tres picas, el único jugador con esa calificación). 90 kilómetros separan a Tubize de Lille. Familiares, amigos y aficionados recorrerán hoy ese trayecto. Dos ciudades pendientes de Hazard.