Como sucede cada verano, el mercado de fichajes se calienta ahora, en la primera semana de julio. Hay dinero en las cajas de los clubes o, al menos, tienen crédito renovado por el mejor reparto de los derechos de televisión, que debe tender a igualar por arriba la economía de todos los participantes. Sin embargo, las grandes compras se hacen esperar. Los poderosos de LaLiga siguen tocando teclas sin dar la gran traca: Morata, Gaitán, Umtiti... Las inversiones potentes, las de eco universal, están por llegar.

Hasta hoy la tendencia es el gran movimiento en los clubes de la mitad hacia abajo de la tabla. Renovarse o morir, es la política global, buscando fichajes de buen nivel en el escaparate de oportunidades. Y es verdad que cambian de camiseta nombres de categoría: Reyes, Cheryshev, Juanmi, Jony, Jonás, Hélder... Los clubes andan despiertos antes de sufrir la inflación de precios, generalmente provocada por la entrada en escena de los grandes talonarios con muchos ceros. Es verdad que hay (o habrá) más dinero en los clubes de LaLiga por la televisión, pero los fichajes bomba saldrán de los mismos despachos de cada verano, al acabar julio.