El inicio de la concentración de la Selección masculina de baloncesto viene a marcar cada año olímpico el comienzo de la cuenta atrás para los Juegos (5-21 de agosto). Esta Selección no es la única clasificada, ni mucho menos, y esto es motivo de reconocimiento para el deporte español, pues después de Brasil, que como anfitrión tiene clasificados todos los equipos, y Estados Unidos, somos con Argentina y Australia el país que más equipos lleva a los Juegos. En esta ocasión serán baloncesto, waterpolo, hockey hierba y rugby 7, tanto en hombres como en mujeres, y el balonmano femenino. Nueve de catorce posibles no es mal porcentaje. Nos fallaron el fútbol, el voleibol y el balonmano masculino.

Quien no falla es el baloncesto, convertido en mascarón de proa del equipo olímpico, desde que Gasol y compañía encabezan las audiencias del programa olímpico en España a base de medalla y de plantar cara a la mismísima selección de Estados Unidos. Su presentación siempre está rodeada de gran expectación. No en vano figuran en el equipo cinco NBA: los Gasol, Ricky Rubio, Calderón y Mirotic, a los que se suman jugadores de gran popularidad, tales como Navarro, Llull, Rudy Fernández, Reyes, Sergio Rodríguez... Este año el reencuentro de todas estas estrellas tuvo algo de especial. Había cierto aroma a despedida. Por eso no faltaba nadie. La de ayer fue la última gran foto de familia de una generación de oro que se nos va.