Sin broma… ¿vale?

La selección francesa está a un partido de garantizar el éxito de su Eurocopa, pero también a un partido de hacer el ridículo. Porque ganar a Islandia y alcanzar la semifinal sería ya, pase lo que pase después, un balance muy honorable para el país organizador de esta fase final. Pero enfrentarse hoy al invitado sorpresa de esta competición no deja a los hombres de Deschamps otra alternativa que la victoria. Por supuesto nadie les perdonaría caer ante un equipo tan pequeño. De ahí la extraña presión que rodea a la selección gala y que el entrenador intenta controlar con inteligencia.

Por un lado este encuentro de cuartos de final aparece como muy fácil e inesperado pero, por otro, podría ensuciar toda la trayectoria que han tenido los Bleus hasta ahora. No han sido brillantes pero han cumplido. Así que, queridos compatriotas, no hagáis bromas esta noche. ¿Vale?