La escuela española de Ruth Beitia

Ruth Beitia ha vuelto a ganar el oro en los Europeos de atletismo. Al aire libre, que son los de máximo prestigio. Los de pista cubierta no es que sean menores, pero suele haber ausencias. En éstos las bajas son contadas. Quien se lesione o quien haga trampas. Se entiende que en este caso están las rusas, a quienes se prohibió competir por el escándalo de dopaje que asola su atletismo. No por ello, Ruth Beitia tuvo fácil la victoria. ¡Todo lo contrario! Siete de sus rivales en la final proceden de la más alta escuela europea del salto de altura: Demieva, de la búlgara; Skoog, de la sueca; Jungfleisch, de la alemana; Okuneva, de la ucrania; Thiam, de la belga; Rossit y Trost, de la italiana. Y además estaba Palsyte, una joven lituana que viene como un tiro.

Demieva tiene como maestras a Kostadinova (2,09), Andonova (2,07) y Veneva (2,04); Skoog, a Berqvist (2,06); Jungfleisch, a Friedrich (2,06), Henkel (2,05) y Meyfarth (2,03); Okuneva, a Babakova (2,05); Thiam, a Hellebaut (2,05); Rossit y Trost, a Di Martino (2,03). Ruth Beitia, en cambio... Cuando saltaba tenía como referencia a Marta Mendía, que llegó a 1,96. Los arquetipos de sus rivales de ayer están, en cambio, por encima de los 2,03, más de lo que nunca ha saltado Beitia. Ella se quedó un centímetro más abajo hace nueve años. ¿Y cómo logra mantenerse a tan alto nivel? En 2012 se retiró; se aburría, volvió y quiso disfrutar con lo que sabía hacer. Comenzó a entrenarse sin presión y ahí están los resultados. Es la escuela española de Ruth Beitia.