El inglés Mark Clattenburg arbitrará la final de la Eurocopa y hace poco más de un mes pitó la final de la Champions. De ser sincero se lo merece. Sobre todo, por su estilo de llevar los partidos. Serio, poco dialogante, no acepta la mala intención. Deja jugar y también el contacto y es decidido en las áreas. Si hay que buscarle algún fallo es que en acciones de contacto similares algunas veces aplica criterios diferentes.

UEFA en esta Eurocopa ha hecho un corralito sobre los árbitros para los cuartos, semifinales y final. Mandado a casa nombres de prestigio como Çakir y nuestro internacional Carlos Velasco Carballo, que no se lo mereció, ya que había hecho tres arbitrajes muy buenos e hizo méritos para llegar más lejos por su trayectoria y además estando España fuera de la competición. Claro que Collina ya tenía preparados a Eriksson, Kassai, Rizzoli y Clattenburg. En la final veremos un partido más fácil de arbitrar que el que tuvo que afrontar Rizzoli en el Alemania-Francia, que también lo sacó con nota.