Esta primera parte del Tour de Francia ha sido diferente a otros años, sin pavés ni carreteras peligrosas. Ese sufrimiento se han ahorrado los gallos. Aun así, Alberto Contador se ha caído. Siempre le toca a algún favorito. Intentó seguir, pero era evidente que antes o después se iba a tener que retirar. Ningún corredor se puede recuperar de un golpe así durante el Tour, y mucho menos si tienes que rodar delante. Sin Contador en carrera, el ciclismo español va a depender de lo que haga Purito Rodríguez, que va bien colocado en la general. Y también de que Alejandro Valverde pueda ganar alguna etapa. De momento hay que aplaudir que un corredor de su nivel esté trabajando a muerte para Nairo Quintana.

Estas etapas iniciales han culminado con tres días en los Pirineos que me han defraudado mucho. La prueba es que los diez primeros están en un minuto. Había terreno para hacer cosas importantes, pero no se ha aprovechado. Hemos visto a gente nueva que pide paso, como Adam Yates y Dan Martin. Dice Chris Froome que le preocupan otros rivales además de Nairo, pero no nos engañemos: el duelo del Tour será Nairo-Froome. Y no otro. Si el colombiano no atacó el domingo en Arcalís fue porque no vio el momento. No siempre se puede. Pero aún resta mucho recorrido y estoy seguro de que lo hará. Froome está muy fuerte, pero Nairo no va peor que él. Todavía nos queda una segunda parte de carrera muy interesante.