La vuelta de Morata, la incógnita de Jesé y la dosificación de Cristiano

El intransferible. Además de que el contrato con la Juve permitía la recompra en esta ventana de mercado, el regreso de Álvaro Morata, para quedarse, tiene que formar parte de una planificación y de una lógica deportiva. Su espectacular rendimiento en su primera temporada en Italia y su nueva dimensión como delantero internacional invitan a pensar que vuelve a tener un papel importante, que no principal, con la BBC por delante. Cristiano, aún saboreando el título conquistado con Portugal, parece haber comprendido que si quiere llegar a tope al Mundial de Rusia no tiene que jugar todos los minutos. Un cambio de roles en toda la regla.

Jesé acaba en 2017. La apuesta decidida por Morata invita a pensar que Jesé saldrá del Real Madrid con una opción de recompra similar a la que el ‘9’ de la Selección firmó en su día. Lo ideal para el club blanco y, sobre todo para el canario, sería encontrar un destino donde pudiese explotar todas las hechuras de fuera de serie que siempre apuntó. Está ante un paso trascendental en su carrera. Tiene que acertar con el proyecto y el entrenador adecuado, además de centrarse en sacar todo el fútbol que lleva dentro. Si fuera por Zidane se quedaría con los dos, pero la terminación de su contrato hacen que el Madrid esté pensando en otro billete de ida y vuelta.

Juego de patriotas. Me paro en Cristiano Ronaldo y en Gareth Bale para comprender el incuestionable compromiso que tienen como referentes de sus respectivas selecciones. Su manera de liderar y de sentir, tanto dentro como fuera del campo, ha resultado conmovedora e invita a hacer una reflexión sobre la importancia que tienen para los futbolistas sus equipos nacionales. Es cierto que vivimos en un país de clubes, donde se pone el grito en el cielo con el virus FIFA o cuando un jugador se lesiona con su selección. De pocas cosas, por no decir que de ninguna, se sentirá más orgulloso Cristiano Ronaldo en toda su carrera que de haber abanderado el primer gran éxito de Portugal. La Selección nunca puede ser un estorbo.

Bale y Griezmann. Para gustos, colores. Le doy el máximo mérito a lo hecho por Griezmann, a su gran torneo, a sus goles, a liderar al Atlético subcampeón de Champions y a la Francia, subcampeona de la Euro. Su temporada ha sido soberbia y su salto enorme, de futbolista a crack. Sin embargo, creo que el mejor de la Eurocopa fue Bale. Hay pocas cosas comparables al mérito de llevar a una selección como la de Gales a una semifinal. La principal diferencia es que Griezmann está rodeado de jugadores de enorme nivel internacional y Bale, no.