El Barça, Neymar, Messi y Hacienda

En el acuerdo de conformidad entre el Barça y la Fiscalía por el caso Neymar, el club reconoce que ‘el contrato y el pago se hicieron con la intención de ocultar la verdadera operación realizada, con el consiguiente incumplimiento de la obligación tributaria (...)’. A la luz de esto, se entiende mejor el famoso ‘#todossomosleomessi’. Quienes lo pusieron en circulación son los mismos que urdieron la red de enredos del fichaje de Neymar. Así que se sienten próximos y solidarios con la estrategia fiscal del entorno de Messi, consistente en utilizar sociedades pantalla para eludir el pago de millones de euros.

Claro, que todo tiene sus explicaciones, que no justificaciones. El intento del Madrid de fichar a Neymar llevó al Barça a estirar el brazo más que la manga y meterse en ese lío, a fin de cerrar la operación en límites de dinero menos estrepitosos. Pero le salió el tiro por la culata. En cuanto al hashtag de Messi, que no deja de ser una apología del delito fiscal, se explica desde la necesidad del Barça de complacer continuamente a Messi. Es un jugador excepcional, todo el Barça depende de él. Se le quiere tener contento para que no se vaya y en ese altar se quema cualquier cosa.

E invocando el ‘España nos roba’, el gran eslogan del nuevo separatismo catalán, ¿qué puede haber de malo en que nos ‘robe’ un poquito menos? Y si encima el Estado proporciona justificaciones como la ignominia de las conversaciones del Ministro del Interior con el jefe antifraude de la Generalitat o la cafrada del magistrado que equiparó a Messi con un capo mafioso, peor todavía. Una vez le leí a Vázquez Montalbán, a propósito de algo del Barça, que lo peor que le puede pasar a alguien con manía persecutoria es que le persigan. En fin, hay explicaciones, aunque no justificación.