¿De qué hablarían Cristiano y Messi?

Cristiano Ronaldo y Messi veranean en Ibiza, a sólo cinco millas náuticas de distancia. En sendos yates, junto a sus seres más queridos. Bajo la caricia del sol balear, el mismo para ambos, bañándose en las mismas límpidas aguas de la isla. Ibiza suele ser refugio de futbolistas. Allí hay una atmósfera donde les dan menos la vara. Cuestión del perfil del veraneante que elige aquel paraíso. Ser futbolista es un privilegio, pero lleva aparejadas ciertas servidumbres, y una de ellas es la abrumadora carga de la popularidad. Uno por uno, cada hincha les es grato. Pero cuando se llevan cien en un día...

Así que allá están Cristiano y Messi, para más aislamiento metidos cada uno en su barco. Aunque, claro, bajarán de cuando en cuando a tierra, a cenar en algún lugar discreto y agradable. Y eso me sugiere una escena que me figuro imposible. ¿Y si se vieran? Y más aún, ¿y si les diera por citarse, mano a mano, para hablar sus cosas? ¿De qué hablarían, qué valor no tendría esa conversación, grabada por alguna cámara? Ambos se respetan, lo sé. La vida les ha colocado en una tensa posición competitiva, por su coincidencia en tiempo y lugar, pero se valoran y se respetan. ¿Pero qué piensan de lo demás? 

¿Cómo verá cada uno a su afición, cómo a la del rival? ¿Qué dirían de sus entrenadores? ¿Y de sus presidentes? ¿Y del Balón de Oro, que se quitan una y otra vez de la mano el uno al otro? ¿Y qué de Hacienda, a la que entregan cantidades fabulosas? ¿Qué de la pena de cárcel que le ha caído a Messi? ¿Se preguntaría éste por qué lo de la Infanta Cristina no es ‘ignorancia deliberada’ y lo suyo sí?  ¿Qué pensaran de España y de Cataluña? ¿Y de la paternidad? ¿Y de la vida después de su retirada? ¿O quizá evitarían ese tema, del mismo modo que los demás evitamos hablar de  la muerte?