Villar ha encontrado un rato libre en sus idas y venidas de afanes preelectorales, se ha reunido consigo mismo y ha tomado por fin la decisión. Buena decisión, a mi juicio y al de muchas personas más: Julen Lopetegui será el nuevo seleccionador nacional. Tiene cincuenta años, buena edad, y ha ganado el Europeo Sub-19 en 2012 y lo mismo con los Sub-21 en 2013. Han pasado cuatro y tres años. Es evidente que aquellos jugadores con los que se entendió bien, le siguieron y alcanzaron triunfos con él, son el relevo de la generación que se ha ido agotando. La elección ha sido, por eso, la más apropiada.

Otras posibilidades que se han manejado me parecían peor tiradas, alguna incluso extravagante. Lopetegui no ha tenido un largo recorrido como entrenador, pero quienes le hemos tratado valoramos en él una sensatez que es un capital. Se notó en la conferencia de prensa de ayer. No habrá revolución, sino evolución, ningún desliz, respeto a todo y a todos, incluso palabras de cariño hacia Pinto, su ex presidente del Oporto, que se portó peor que mal con él. De Casillas, ya veremos (él conoce mejor que nadie su nivel en este tiempo), del nueve ya veremos, las elecciones no van con él.

De Lopetegui se había hablado poco porque del entorno de Villar siempre salió el comentario de que los que se iban no volvían. Lopetegui dejó la Federación para volar al Oporto, y eso se suponía que no lo perdonaría Villar. Bueno, pues si alguna vez ha tenido esa idea, que creo que sí, la ha cambiado, y pienso que para bien. Era la mejor solución. Otra cosa es lo que pueda hacer con los jugadores que tiene, que son los que tuvo, no todos los cuales están dando de sí lo que se esperaba hace tres o cuatro años. Las cosas no van a ser fáciles, pero la opción Lopetegui es mejor que las otras.