De los torneos de verano a las giras por todo el mundo

El fútbol de verano hace tiempo que traspasa nuestras fronteras. No sólo las europeas, sino las de Asia, América y Oceanía. Pasaron aquellos años sesenta, setenta y ochenta en los que el fútbol de verano era otra cosa. Partidos llamados bolos, pero luego estaban también los Torneos de Verano. Eso era otra cosa, palabras mayores. Servían para que acudieran a nuestro país estrellas que apenas habíamos visto nunca (Pelé incluido) y otras que destacaban y rápidamente eran fichadas (Pereira y Leivinha, tras brillar en el Carranza de 1975, firmaron por el Atlético). También para presentar a los flamantes fichajes.

El Teresa Herrera, el Carranza, el Colombino, el Bernabéu y el Gamper eran, entre otros, torneos que daban prestigio a quien los ganaba. Ahora los títulos son los de la Supercopa de Europa y la de España, con el Sevilla (en ambas citas), Madrid y Barcelona, en las finales de agosto. Antes de eso los equipos tienen programados una serie de partidos que incluyen giras por todo el mundo, unos porque compiten en la International Champions Cup, que se juega en Europa, América, Asia y Oceanía, y otros en LaLiga World Challenge, con la que se pretende expandir la marca LaLiga. Tiempos de la globalización.