Sky tampoco ha ido tan rápido

Froome se dispone a coronarse ganador del Tour 2016 en la etapa que rinde homenaje a quien llega de amarillo a París. Ha dominado en todos los terrenos y goza de un equipo formidable. Ayer llegó a la meta arropado por cuatro compañeros, y ésta ha sido una de las claves para hacerle más fácil el triunfo. Compañeros de tanto nivel, que Henao va a acabar duodécimo en la general, Thomas decimoquinto y Nieve decimoséptimo. Por delante incluso de los líderes de otros equipos participantes en el Tour. Desde que Froome se puso líder en la octava etapa, los ciclistas del Sky marcaron el ritmo de la carrera. El que más le interesaba a Froome. Lo suficientemente rápido como para impedir escapadas a sus rivales directos.

Pero resulta que el ritmo marcado tampoco ha sido vertiginoso. Sólo ligeramente superior a la velocidad intermedia prevista por el Tour. Froome llega a París rodando a una media de 39,5 kilómetros por hora. La organización considera tres ritmos: 41 por hora, rápido; 39, intermedio; 37, lento. Etapas por encima de la media más rápida hubo diez, sobre todo las que precedieron a los Pirineos y los Alpes —para que los escaladores llegaran castigados, se supone—, y exageradamente lentas hubo cuatro, lo que provocaron que se ralentizara la media total hasta esos 39,5 por hora de quien va a ser el vencedor. Los 39,5 por hora supondrían, por cierto, la velocidad media más baja desde 2007, cuando Contador lo ganó por primera vez.