Yo fichaba a Marco y a Marcos

Una luz en la madrugada. Mereció la pena quedarse pegado a la tele hasta esas horas con tal de disfrutar del talento y el trapío de esos jóvenes que se llevó Zidane a Canadá y EE UU para demostrar que la camiseta del Madrid no les viene grande. El segundo tiempo nos rescató la sonrisa por el atrevimiento y la personalidad de estos chavales que ya hace tiempo dejaron claro que están preparados para dar el salto. Aunque a todos les ponía de notable para arriba, me quedo con la actuación de Marco (Asensio) y de Marcos (Llorente). Los dos brillaron en el gran estadio de Ohio.

Marco (Asensio) me recordó al mejor Martín Vázquez en los grandes años de La Quinta del Buitre. Pedía la pelota continuamente, levantaba la cabeza y lo intentaba todo ante esos atletas del PSG que en la parte de atrás daban miedo por su fortaleza física. Marco (Asensio) se sintió líder de un equipo huérfano de titulares y gritó a Zidane que se merece un dorsal del 25 para abajo. Y digo lo mismo para Marcos (Llorente). Hizo de Casemiro con la sobriedad, el sentido común y la disciplina habituales en el brasileño. El nieto de Grosso lleva tiempo reclamando un sitio en el club de sus amores. Yo me los quedaba. Los dos te resuelven dos posiciones en la plantilla que darían un equilibrio que no existe sin ellos. Y son envidiablemente jóvenes...