El ‘sophomore’ de Zidane empieza mal

El Madrid perdió en Columbus ante el PSG. Eso es malo, en el Madrid siempre sienta mal perder. No tiene mayor gravedad, porque no era exactamente el Madrid, sino más bien un Madrid ‘B’ en la primera mitad y un Madrid ‘C’ en la segunda. El Madrid ‘A’ todavía está de vacaciones. También al PSG le faltaban algunos de los mejores, pero no tantos como al Madrid: de los titulares de Milán, sólo Marcelo y Casemiro estuvieron en el equipo que arrancó. Pero aun sin ser el Madrid, era algo bastante parecido, y la impresión en la primera mitad fue desastrosa. Falta de orden, de atención, de ambición.

Zidane está en lo que podríamos llamar, al estilo americano, su ‘sophomore’, su segunda temporada como profesional (profesional entrenador en su caso, se entiende) donde de verdad se mide la valía. El primer año, entre la motivación de la novedad, la indulgencia de público y crítica y la buena colaboración general, hay unas facilidades que desaparecen el segundo. Ahora va de verdad. Zidane tiene que marcar su sello, influir en la plantilla, pesar en sus jugadores y en el juego. Emery, un tipo curtido, ha demostrado tener a los suyos de puntillas desde el primer momento. Zidane, no, ni mucho menos.

Tiempo tiene, claro. Pero si empieza por no respetarle el presidente en su plan de altas y bajas (y me temo que eso está pasando) mal va a poner de puntillas a sus jugadores. El futbolista es muy sensible a los estados de debilidad del entrenador. Quizá por eso los del primer tiempo salieron como salieron. Quizá por eso, lo único rescatable ocurrió en la segunda mitad, con Asensio y Llorente a la cabeza, y un buen tono medio del resto, al menos en lo que a entusiasmo se refiere. Ellos no han ganado nada aún, ni siquiera un puesto en la plantilla. Pero los que sí lo tienen hicieron muy poco en favor de Zidane.