Zidane se maneja con calma

Una de las cosas que demostró Zizou el pasado año es que no se alteraba fácilmente en público. Sabe la trascendencia que tiene lo que dice ante la Prensa, incluso lo que supone un gesto mal calculado. El culebrón del verano se llama Pogba y por ahora tampoco puede con él. Por momentos parece imposible y en otros se intuye que aún existe una posibilidad. Pero Zidane sabe que su proyecto no se basa en un jugador. La Undécima llegó por la unidad del grupo y su templanza para manejar un vestuario plagado de estrellas. Además, conoce el método negociador de Florentino, él mismo fue protagonista como jugador de un fichaje que se coció a fuego lento.

Existe una verdadera necesidad de reforzar el centro del campo. Quedó demostrado cuando llegaron las lesiones, sobre todo la de Modric. Lo de doblar los puestos en un equipo grande que juega tantas competiciones no es un capricho de los entrenadores. A la larga se demuestra la necesidad de tal planificación. Por eso, con Pogba al parecer muy cerca de Manchester, empiezan a sonar otros candidatos. Mientras, Zidane saca a pasear su cautivadora sonrisa y espera. A ello contribuye la complicidad que siempre ha tenido con su presidente. Sabe que estará “enredando” todo el verano hasta que la plantilla quede cerrada. Toca esperar.