Los golfistas dan la espantada

La Federación Internacional de Golf ha dado la inscripción de jugadores para los Juegos Olímpicos, y la lista da pena: sólo participan 4 de los 10 mejores del mundo, 8 de los 20, 15 de los 50, 29 de los 100... ¡Ha llegado a entrar el jugador 359 de la lista mundial! Al margen del cupo de jugadores por país, esto es una consecuencia de la catarata de espantadas de los mejores jugadores, que han convertido el regreso del golf a los Juegos Olímpicos en una vergüenza. Si a ellos no les interesa jugar, ¿para qué entonces ocupar su deporte un lugar en un calendario ya sobrecargado? Las mujeres, en cambio, apenas faltan. Están, por ejemplo, 9 de las 10 mejores del mundo. Y eso que estarían más afectadas por las consecuencias del zika.

Day, Johnson, Spieth y McIlroy forman el cuarteto de élite del golf. Ninguno estará en Río. Tampoco, Scott, Grace, Mickelson, Oosthuizen, Matsuyama, Schwartzel, Knox, Lowry... Gente que están en la pomada. Todos estos jugadores van a ser responsables de que las medallas de la competición de golf vayan a estar devaluadas. Ese es el gran favor que van a hacer a su deporte. Sus intereses están en los majors y en la Ryder que sólo ellos entienden. También, por supuesto, en el dinero que se reparten. Tienen montado su chiringuito y les ha faltado generosidad para hacer grande el golf olímpico y dar gloria a su vencedor. Por España sí van nuestros dos mejores jugadores del ranking: Sergio García y Rafa Cabrera. Ellos sí dan la cara.