Listos para ganar la Supercopa

El Madrid acabó en Nueva York entre olés y vitorado por una grada entusiasta, plagada de camisetas blancas. No es una exageracuión forofa, sino el reflejo real de la consolidación del trabajo de Zidane con una plantilla que empieza a creer en su entrenador por encima de los nombres. Y eso es clave. En realidad, ante el Sevilla faltará más de la mitad del once que ganó la Undécima. En principio, no podrán jugar de inicio en Noruega ni Keylor, ni Pepe, ni Kroos, ni Bale, ni Cristiano. Y casi seguro, tampoco Benzema, quien ni siquiera ha jugado un solo minuto en lo que va de pretemporada...

Pero este Madrid tiene automatismos de equipo grande, a imagen y semejanza de lo que fue en el campo su entrenador. No se arrugan, siempre quieren tener el dominio del juego y jamás esconden la cara. A los alemanes del Bayern les presionaron como si fuese un partido oficial. Y los veteranos son los primeros que tiran del carro. Quiero deterneme en Marcelo. Su actuación ante el Bayern fue de clínic. En el segundo tiempo hizo una exhibición de recursos en el corte de balón y como sacarla jugada con calidad, que servirá en Estados Unidos para explicar que el fútbol es el deporte más bello del mundo. Marcelo es el ejemplo a seguir. Jugando así, la Supercopa de Europa está mucho más cerca.