Al final ZP no nos tuvo que repatriar

Habían pasado ya dos jornadas de los Juegos y comenzaba a aflorar la ansiedad. Habían fallado los ciclistas: Freire, Valverde, Somarriba... Los judocas: Isabel Fernández, los Uematsu... Aquel lunes 16 de agosto de 2004 tocó madrugar para asistir a una nueva baza: María Quintanal en foso olímpico. A primera hora sólo había dos periodistas españoles: Antonio Romero, de la SER, y el aquí firmante. La competición era diferente: tres series de 25 disparos y las seis mejores entraban en una final arrastrando los resultados. En esa tanda inicial, Quintanal se marcó un 24 que acabaría siendo la mejor tirada. La expectación aumentó, la tribuna de prensa se llenó... Y sí: esta bilbaína de nacimiento y canaria de adopción, con una lentilla especial para combatir su pérdida del 90% de visión en un ojo, se colgó la plata. La primera medalla española en Atenas.

La siguiente tardó también en llegar. AS publicó incluso una doble página bajo el título: ‘ZP repátrianos’. Pero cuatro días después de Quintanal se abrió el grifo hasta sumar 19 medallas. Desde entonces, el tiro ha creado grandes expectativas, pero no ha vuelto a subir al podio. Fátima Gálvez era la gran esperanza, en la misma especialidad que doce años atrás. Pero se quedó con la medalla de chocolate, la más amarga.