Messi devolvió el precio de la entrada

El Gamper mereció la pena por Messi, que marcó dos goles y dio otro. Y sin esforzarse, con ese aire engañosamente cansino que se le ve últimamente. Mientras calienta motores, va resolviendo partidos. La preocupación de Luis Enrique, que el domingo tiene el primer envite serio, en Sevilla, no va a ser la delantera mientras esté Messi. Pero sí puede ser la defensa. El equipo concede por atrás, o por malas salidas o por errores directos en defensa, y eso explica el resultado final, 3-2. Victoria, sí, pero que no luce. Y no es uno u otro (aunque Mascherano está flojo), sino todo el entramado lo que se tambalea.

Y, pensando en lo del domingo en Sevilla, Luis Enrique dio alguna pista sobre determinadas posiciones. Sergi Roberto ocupó la plaza que fue de Alves, en detrimento de Aleix Vidal. Digne, como no podía ser menos, ocupó la plaza de Jordi Alba, que aún no está a punto. La ausencia de Neymar la cubrió esta vez Arda Turan, que gozó de noventa minutos y ni fu ni fa. Muchos se acordaron de Munir y sus goles al Leicester. En cuanto a la portería, ninguna pista. Jugaron los tres, a media hora por barba. Masip fue el de en medio, así que Ter Stegen y Claudio Bravo no tuvieron que saludarse.

Todo ello, para solaz y esparcimiento de 72.000 espectadores, en su mayoría turistas. El Gamper ya no es el de tiempo atrás, cuando se jugaba el miércoles antes de empezar la Liga, el socio se reencontraba con el socio, examinaban juntos los nuevos fichajes y se iban a casa con aquello de ‘aquest any sí’ o ‘aquest any tampoc’. Ahora se juega en fechas en las que el socio está en la playa y el Camp Nou se abre a turistas que por la mañana van a la Sagrada Familia, por la tarde al Museo Picasso, por la noche al Camp Nou y luego a cenar a la Barceloneta. A todos ellos Messi les devolvió el precio de la entrada.